sábado, 14 de noviembre de 2015

Tema 8: Plan de Convivencia en el centro, derechos y deberes de los miembros de la Comunidad Educativa y resolución de conflictos.

El pasado miércoles se trató en clase el octavo tema de los que tenemos propuestos. En él se han fijado objetivos como abordar y resolver problemas de disciplina, conocer y asumir los derechos y deberes de la comunidad educativa, mejorar el clima de convivencia o mantener una comunicación fluida entre otros aspectos.

Además, hemos seguido las pautas que nos marcaba la normativa de referencia a la hora de ver este tema. En nuestro caso, la normativa que hemos utilizado se ha tratado del Decreto 233/2004; Orden 31 de marzo de 2006; Orden 12 de septiembre de 2007; Decreto 39/2008 y la Ley Orgánica 2/2006.

Empezando por el Plan de Convivencia, va dirigido a establecer mejoras en las relaciones entre los alumnos y diseña medidas de prevención e intervención. Está integrado por la comunidad educativa (alumnos, familias y el propio centro), quienes deben conocer las normas de convivencia del centro y respetarlas. Además, intenta reducir el número de conflictos consensuando un método de actuación y reduciendo al mínimo los procedimientos y la burocracia necesaria para afrontar un conflicto. 

Por lo que respecta al centro, tiene como misión revisar el PE, el propio plan de convivencia, el RRI, favorecer el trabajo colaborativo, establecer refuerzos en aulas con problemas de conducta y medidas preventivas ante conductas inadecuadas, entre otras obligaciones. También el profesorado toma parte en este asunto, ha de conocer los conflictos que se desarrollan en el centro y proponer métodos de actuación. Además, debe programar y desarrollar el PAT y ayudar al alumnado en los casos que requieran la intervención por parte de los docentes.
Por otro lado, entre los alumnos se ha de fomentar un aprendizaje colaborativo y un clima de confianza e igualdad de trato a la vez que se produce un rechazo de actitudes discriminatorias y se colabora en la resolución de incidencias ya que son ellos mismos los que se verán involucrados de primera mano en estos asuntos. También las familias juegan en este tema su papel, colaborando con el centro y proporcionándole información.

Además, en los centros se introducen diversas medidas de mejora en el plan de convivencia entre las que podemos destacar la aplicación de normas y valores, repartir de forma igualitaria las tareas y responsabilidades, establecer una comunicación con las familias o la tutorización del alumnado. Dentro de estas medidas destacan claramente la mediación y las aulas de convivencia. La mediación fomenta la participación democrática posibilitando así una solución del problema mediante el acuerdo de ambas partes implicadas mientras que las aulas de convivencia favorecerán la reflexión por parte de cada alumno a cerca de los motivos que lo han llevado a esa situación.

Por otro lado, las administraciones también incluyen planes de actuación como la creación de observatorios de la convivencia, el Plan PREVI o la elaboración de protocolos a seguir en casos de conflictos en los centros.



Ampliación: 

En mi caso, en el colegio de primaria no contábamos con aulas de convivencia ya que se trataba de un centro muy pequeño y con pocos conflictos. Aún así, cuando se producía alguno, se reunía a los alumnos implicados en una clase junto con un profesor para así poder tratar de solucionar el problema conjuntamente. Normalmente con una sola reunión se acababa por solucionar el problema, aunque si eran necesarias más reuniones, se llevaban a cabo a lo largo de la semana. Ningún conflicto perduró más de una semana entre los compañeros del centro y creo que se debió a la gran labor que desempeñaban los profesores a la hora de inculcarnos valores como el respeto o la tolerancia.

Sin embargo, al pasar al instituto el panorama cambió notablemente. Al ser un centro constituido por muchos alumnos, contábamos con un aula de convivencia, aunque era llamada por todos, tanto profesores como alumnos, sala de guardia. Se trataba de un aula en la que siempre se encontraban varios profesores que tenían hora libre. A la "sala de guardia" se enviaba a cualquier alumno que molestara a sus compañeros en clase o tuviera un mal comportamiento para que realizara allí sus tareas a la vez que reflexionaba sobre su situación. Por otro lado, los casos más graves recibían amonestaciones y partes y eran enviados directamente ante el jefe de estudios o el director del centro. Además, contábamos con una comisión de sancionados que tenía lugar los lunes. Todos aquellos que acumularan una serie de faltas se verían obligados a quedarse durante una hora más en un aula junto con un profesor al finalizar las clases.

Por otro lado, contábamos con un club de mediación, formado por algunos alumnos del centro que colaboraban con la psicopedagoga a la hora de solucionar conflictos entre dos o más alumnos del centro.


Para finalizar aquí dejo varios enlaces a la normativa de referencia de este tema así como otro que nos proporciona un ejemplo del funcionamiento de un aula de convivencia:

Decreto 233/2004

Orden 31 marzo 2006

Orden 12 septiembre 2007

Decreto 39/2008

Aula de convivencia

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